El secreto de amar a Dios con todo tu ser

El secreto para vivir en paz y abundancia

¿Te gustaría vivir en un mundo donde reine la paz, la armonía y la abundancia? ¿Te gustaría experimentar el amor, la alegría y la felicidad en cada momento de tu vida? ¿Te gustaría ser el dueño de tu destino y crear la realidad que deseas?

Si tu respuesta es sí, entonces te tengo una buena noticia: todo eso es posible y está al alcance de tu mano. Solo tienes que aplicar un sencillo pero poderoso principio que te revelaré en este post.

Este principio no es nada nuevo ni secreto. De hecho, ha sido enseñado por los grandes maestros de la humanidad desde tiempos inmemoriales. Se encuentra en las sagradas escrituras de todas las religiones y culturas. Se trata de un mandamiento divino que resume toda la ley y los profetas.

¿Quieres saber cuál es? Te lo diré con las mismas palabras que lo expresó uno de los más grandes maestros que ha pisado este planeta: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo”.

Así de simple y así de profundo. Amar a tu prójimo como a ti mismo es el secreto para vivir en paz y abundancia. ¿Por qué? Porque cuando amas a tu prójimo como a ti mismo, estás reconociendo que todos somos uno. Que todos somos hijos de Dios y que todos compartimos su misma esencia.

Cuando amas a tu prójimo como a ti mismo, estás proyectando en el exterior lo que hay en tu interior. Estás creando con tu imaginación la realidad que quieres vivir. Estás asumiendo el papel de Dios en tu vida.

¿Cómo puedes hacerlo? Muy fácil. Solo tienes que seguir estos tres pasos:

Ama a ti mismo. Antes de amar a los demás, tienes que amarte a ti mismo. Tienes que aceptarte, valorarte y respetarte tal como eres. Tienes que reconocer tu divinidad, tu poder y tu belleza. Tienes que saber que eres digno de todo lo bueno y que mereces lo mejor.

Ama a los demás. Una vez que te amas a ti mismo, puedes amar a los demás. Puedes ver en cada persona el reflejo de ti mismo. Puedes perdonar, comprender y bendecir a todos sin excepción. Puedes desearles lo mejor y ayudarles en lo que puedas.

Ama la vida. Finalmente, cuando amas a ti mismo y a los demás, puedes amar la vida. Puedes disfrutar de cada momento, de cada experiencia, de cada oportunidad. Puedes agradecer por todo lo que tienes y por todo lo que vendrá. Puedes confiar en el plan divino y en la sabiduría infinita.

Estos son los tres pasos para amar a tu prójimo como a ti mismo y para vivir en paz y abundancia. Te invito a ponerlos en práctica desde hoy mismo y a ver cómo tu vida se transforma.

Recuerda: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo”.

 

Comentarios