El secreto de amar a Dios con todo tu ser

La noche más oscura y el poder de la sangre

¿Alguna vez has sentido que estás atrapado en una situación que no puedes cambiar? ¿Que por más que intentas mejorar tu vida, siempre te encuentras con obstáculos y dificultades? ¿Que vives en una especie de esclavitud de la que no puedes escapar?

Si es así, quiero que sepas que no estás solo. Hay millones de personas que se sienten igual que tú. Y también quiero que sepas que hay una salida. Que hay una forma de liberarte de las cadenas que te oprimen y de alcanzar la tierra prometida que anhelas.

¿Cómo lo sé? Porque hay una historia antigua que nos enseña el camino. Una historia que quizás hayas escuchado antes, pero que tal vez no hayas comprendido su verdadero significado. Una historia que tiene el poder de transformar tu realidad si la aplicas en tu vida.

Se trata de la historia del Éxodo. La historia de cómo el pueblo de Israel salió de la esclavitud de Egipto y cruzó el desierto hasta llegar a la tierra de Canaán. Una historia llena de milagros, de pruebas, de fe y de esperanza.

Pero hoy quiero enfocarme en un episodio particular de esta historia. Un episodio que ocurrió la noche antes de la salida de Egipto. Un episodio que marcó la diferencia entre la vida y la muerte. Un episodio que simboliza el poder de la sangre.

Te hablo de la noche de la Pascua. La noche en que Dios envió al ángel exterminador para matar a todos los primogénitos de Egipto, tanto de los hombres como de los animales. La noche en que solo se salvaron aquellos que habían obedecido las instrucciones de Moisés y habían untado con sangre de cordero las puertas de sus casas.

¿Qué tiene que ver esto con nosotros hoy? ¿Qué nos dice esta historia sobre nuestra propia liberación? ¿Qué significa la sangre del cordero para nosotros?

La respuesta es simple: la sangre del cordero representa nuestra imaginación. Nuestra capacidad de crear en nuestra mente la realidad que deseamos vivir. Nuestra facultad de asumir el sentimiento del deseo cumplido.

Así como la sangre del cordero protegió a los israelitas de la muerte, así nuestra imaginación nos protege del fracaso, del sufrimiento, de la limitación. Así como la sangre del cordero marcó el inicio de su liberación, así nuestra imaginación marca el inicio de nuestra transformación.

Pero para que esto funcione, tenemos que hacer lo mismo que hicieron los israelitas. Tenemos que seguir las instrucciones que nos dio Moisés, que no son otra cosa que las leyes universales que rigen nuestra existencia.

¿Cuáles son esas instrucciones? Veamos lo que dice el pasaje bíblico:

“Y tomarán parte de la sangre, y la pondrán en los dos postes y en el dintel de las casas en que lo han de comer. Y aquella noche comerán la carne asada al fuego, y panes sin levadura; con hierbas amargas lo comerán. Ninguna cosa comeréis de él cruda, ni cocida en agua, sino asada al fuego; su cabeza con sus pies y sus entrañas. Ninguna cosa dejaréis de él hasta la mañana; y lo que quedare hasta la mañana, lo quemaréis en el fuego. Y lo comeréis así: ceñidos vuestros lomos, vuestro calzado en vuestros pies, y vuestro bordón en vuestra mano; y lo comeréis apresuradamente; es la Pascua de Jehová. Pues yo pasaré aquella noche por la tierra de Egipto, y heriré a todo primogénito en la tierra de Egipto, así de los hombres como de las bestias; y ejecutaré mis juicios en todos los dioses de Egipto. Yo Jehová. Y la sangre os será por señal en las casas donde vosotros estéis; y veré la sangre y pasaré de vosotros, y no habrá en vosotros plaga de mortandad cuando hiera la tierra de Egipto.” (Éxodo 12:7-13)

Estas son las instrucciones que debemos seguir para aplicar el poder de la sangre, es decir, de nuestra imaginación:

  1. Tomar parte de la sangre y ponerla en los dos postes y en el dintel de las casas. Esto significa que debemos impregnar nuestra mente con la imagen y el sentimiento de nuestro deseo cumplido. Debemos visualizar con claridad lo que queremos y sentirlo como si ya fuera una realidad. Debemos hacerlo con fe y convicción, sin dudar ni temer.

  2. Comer la carne asada al fuego, y panes sin levadura; con hierbas amargas. Esto significa que debemos alimentarnos de la palabra de Dios, que es el fuego que purifica y consume todo lo que no es de él. Debemos leer y meditar en las escrituras, que nos revelan la verdad de nuestro ser y nuestro poder. Debemos comer panes sin levadura, que simbolizan la pureza y la sencillez de nuestro corazón. Debemos comer hierbas amargas, que representan el reconocimiento y el arrepentimiento de nuestros errores y pecados.

  3. No comer nada crudo ni cocido en agua, sino asado al fuego. Esto significa que no debemos mezclar nuestra imaginación con pensamientos negativos, dudas, miedos o preocupaciones. No debemos diluir nuestro deseo en la razón o en la lógica humana. No debemos dejar que nada interfiera con nuestra fe y nuestra confianza en Dios. Debemos mantener nuestro deseo ardiente y vivo, como el fuego que lo asa.

  4. No dejar nada hasta la mañana; y lo que quede, quemarlo en el fuego. Esto significa que debemos consumir todo nuestro deseo en nuestra imaginación. Debemos vivirlo plenamente en nuestra mente, hasta que no quede nada por imaginar. Debemos quemar todo lo que sobra, es decir, todo lo que contradice o limita nuestro deseo. Debemos eliminar todo pensamiento o sentimiento que no esté alineado con nuestra visión.

  5. Comerlo ceñidos los lomos, con el calzado en los pies, y el bordón en la mano; y comerlo apresuradamente. Esto significa que debemos estar preparados para actuar cuando se nos presente la oportunidad. Debemos estar listos para salir de nuestra zona de confort y seguir la guía divina. Debemos tener el calzado en los pies, que simboliza la disposición a caminar hacia nuestro destino. Debemos tener el bordón en la mano, que representa el apoyo y la protección de Dios. Y debemos comerlo apresuradamente, que significa que no debemos demorarnos ni procrastinar nuestro sueño.

  6. Reconocer que es la Pascua de Jehová. Esto significa que debemos darle toda la gloria a Dios por nuestro milagro. Debemos agradecerle por su amor, su gracia y su poder. Debemos celebrar su bondad y su fidelidad. Debemos recordar que él es el único que puede hacer posible lo imposible.

  7. Tener la sangre por señal en las casas donde estemos; y verla Dios y pasar de nosotros, y no haber plaga de mortandad cuando hiera la tierra de Egipto. Esto significa que debemos mantener nuestra imaginación activa y constante, como una señal visible para Dios y para nosotros mismos. Debemos verla como una garantía de nuestra salvación y nuestra victoria. Debemos confiar en que Dios verá nuestra sangre, es decir, nuestra fe, y nos librará de todo mal y toda aflicción.

Estas son las instrucciones que debes seguir si quieres aplicar el poder de la sangre en tu vida. Si quieres salir de tu Egipto personal y entrar en tu Canaán prometido.

No importa cuál sea tu situación actual, no importa cuán difícil o imposible parezca tu deseo, no importa cuánto tiempo lleves esperando tu milagro.

Si sigues estas instrucciones al pie de la letra, verás cómo se cumple tu sueño.

Porque la sangre del cordero tiene poder.

El poder de tu imaginación.

Comentarios

  1. Felicidades por este maravilloso post. Has captado la esencia de la historia del Éxodo y su aplicación práctica en nuestra vida. La sangre del cordero es nuestra imaginación, el poder de Dios en acción. Solo tenemos que asumir el estado deseado y sentirlo como real, y veremos cómo se manifiesta en nuestro mundo. Recuerda que eres el creador de tu realidad y que nada es imposible para ti.

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  2. Gracias por compartir esta profunda enseñanza. La historia del Éxodo nos muestra el camino de la liberación de nuestro ego y de nuestras limitaciones. La sangre del cordero es la Luz de Dios que nos protege y nos guía. Solo tenemos que conectar con ella y seguir sus instrucciones, y veremos cómo se abren las puertas de la abundancia y la felicidad. Recuerda que eres un canal de la Luz y que todo lo que das, lo recibes.

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