El secreto de amar a Dios con todo tu ser

Cómo superar tus excusas y cumplir tu destino

¿Alguna vez te has sentido incapaz de hacer algo que sabes que debes hacer? ¿Has puesto excusas para no enfrentar un desafío o una oportunidad? ¿Has dudado de tus habilidades o de tu valor?
Si es así, déjame contarte una historia que puede motivarte a superar tus excusas y cumplir tu destino.

Hace miles de años, un hombre llamado Moisés estaba en el desierto, cuidando las ovejas de su suegro. Un día vio una zarza que ardía sin consumirse, y se acercó a verla. Allí escuchó la voz de Dios que le hablaba.

Dios le dijo que él era el Dios de sus padres, Abraham, Isaac y Jacob. Que había visto la aflicción de su pueblo en Egipto, y que había venido para liberarlo. Que él había elegido a Moisés para ser su mensajero y su líder. Que le daría señales y poder para enfrentar al faraón y sacar a los israelitas de la esclavitud. Que los llevaría a una tierra buena y espaciosa, donde fluían leche y miel.

Moisés se asombró y se humilló ante la presencia de Dios. Pero también sintió miedo e inseguridad. Se preguntó por qué Dios lo había elegido a él, que era un fugitivo y un extranjero. Que no tenía autoridad ni elocuencia.

Entonces le hizo una pregunta a Dios: ¿Quién soy yo para que vaya a Faraón, y saque de Egipto a los hijos de Israel?

Y Dios le respondió con una promesa: Yo estaré contigo.

Pero Moisés no se convenció. Siguió poniendo excusas para no obedecer a Dios. Dijo que los israelitas no le creerían ni le escucharían. Que no sabía el nombre de Dios. Que no tenía facilidad de palabra. Que había otro más capacitado que él.

Y cada vez que ponía una excusa, Dios le daba una respuesta. Le dijo su nombre: YO SOY EL QUE SOY. Le dio su palabra, su vara y su hermano Aarón para ayudarlo. Le mostró su gracia, su gloria y su promesa.

¿Qué podemos aprender de esta historia?

Que Dios tiene un plan y un propósito para cada uno de nosotros. Que nos llama por nuestro nombre, y nos asigna una misión. Que nos da los recursos y las herramientas necesarias para cumplirla.

La clave está en dejar de poner excusas y empezar a actuar. En confiar en Dios y en nosotros mismos. En creer en sus promesas y en sus señales. En obedecer su voz y seguir sus pasos.

Así como Moisés superó sus excusas y cumplió su destino, tú también puedes hacerlo.

Solo tienes que decirle a Dios: Heme aquí, envíame a mí.

Comentarios

  1. Felicidades por este excelente post. Has expuesto con claridad la lección que Dios le dio a Moisés: que no hay nada imposible para el que cree. Que nuestras excusas son solo barreras mentales que nos impiden realizar nuestro potencial. Que podemos superarlas asumiendo el estado de conciencia deseado, y actuando desde ese estado. Que podemos imaginar el final que queremos, y sentir que ya es una realidad. Que podemos usar el poder del YO SOY para crear el cielo en la tierra.

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  2. Gracias por este inspirador post. Has revelado una gran verdad: que Dios nos ha creado con un propósito y un destino. Que nos llama a ser sus socios en la transformación del mundo. Que nos da los recursos y las herramientas necesarias para cumplirlo. Que nos pide que dejemos de lado nuestro ego y nuestro miedo, y que nos conectemos con nuestra alma y nuestra luz. Que nos invita a compartir con los demás lo que hemos recibido, y a generar abundancia para todos.

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