El secreto de amar a Dios con todo tu ser

Cómo superar las tentaciones y los obstáculos con el poder de tu imaginación

¿Alguna vez te has sentido tentado por algo que sabes que no te conviene? ¿O has enfrentado situaciones difíciles que parecen imposibles de superar? Si es así, este post es para ti.

Hoy quiero contarte la historia de José, un joven que vivió hace miles de años en Egipto, pero cuya experiencia puede inspirarnos a todos. José era el hijo favorito de su padre Jacob, y tenía el don de interpretar sueños. Por eso, sus hermanos lo odiaban y lo vendieron como esclavo a unos mercaderes que iban a Egipto.

Allí, José fue comprado por Potifar, un oficial del faraón. Potifar se dio cuenta de que José era inteligente y trabajador, y lo puso al frente de su casa. Todo lo que José hacía prosperaba, y Potifar confiaba plenamente en él.

Pero había un problema: la esposa de Potifar se enamoró de José y lo acosaba constantemente para que se acostara con ella. José se negaba, porque sabía que eso era una falta de respeto a su amo y a su Dios. Un día, cuando estaban solos en la casa, la mujer de Potifar agarró a José por su manto y le dijo: “Acuéstate conmigo”. José se soltó y salió corriendo, dejando el manto en sus manos.

La mujer de Potifar se sintió humillada y furiosa, y decidió vengarse. Llamó a los criados y les dijo que José había intentado violarla, mostrándoles el manto como prueba. Cuando Potifar llegó, su esposa le contó la misma mentira, y Potifar se enfureció. Mandó a José a la cárcel, donde estaban los presos del faraón.

Allí, José sufrió mucho, pero no perdió la fe ni la esperanza. Siguió siendo fiel a su Dios y a sí mismo, y usó el poder de su imaginación para crear la realidad que deseaba. Se imaginaba libre, feliz y bendecido, y ayudaba a los demás con su don de interpretar sueños. Así fue como se ganó el favor del jefe de la cárcel, que le confió el cuidado de todos los presos.

Un día, dos de los presos del faraón tuvieron sueños que les inquietaron. Eran el copero y el panadero del rey, que habían ofendido a su señor. José les interpretó los sueños: al copero le dijo que en tres días sería restituido en su cargo, y al panadero le dijo que en tres días sería colgado. José le pidió al copero que se acordara de él cuando estuviera ante el faraón, y le contara su situación.

Así sucedió: al tercer día, el faraón celebró su cumpleaños, y perdonó al copero pero condenó al panadero. El copero volvió a servirle el vino al rey, pero se olvidó de José.

Pasaron dos años más, hasta que un día el faraón tuvo dos sueños que lo perturbaron. Ninguno de sus sabios pudo interpretarlos. Entonces el copero se acordó de José, y le dijo al faraón que había un joven hebreo en la cárcel que podía revelar el significado de los sueños. El faraón mandó a llamar a José, y le contó sus sueños.

José le dijo al faraón que sus sueños eran una advertencia de Dios: habría siete años de abundancia en Egipto, seguidos por siete años de hambre. Le aconsejó al faraón que nombrara a alguien sabio y prudente para administrar los recursos del país durante los años buenos, y así prepararse para los años malos.

El faraón quedó impresionado por la sabiduría de José, y lo nombró gobernador de todo Egipto. Le dio su anillo, su manto, su collar y su carroza, y lo hizo segundo después de él. Así, José pasó de ser un esclavo y un preso a ser el hombre más poderoso de Egipto, después del rey.

¿Qué podemos aprender de esta historia? Que no importa lo que nos pase, siempre podemos usar el poder de nuestra imaginación para crear la realidad que queremos. José se imaginó libre, feliz y bendecido, y así lo manifestó. No se dejó vencer por las tentaciones ni por los obstáculos, sino que mantuvo su integridad y su fe. Y Dios lo recompensó con creces.

Tú también puedes hacer lo mismo. No te dejes llevar por las apariencias ni por las circunstancias. Imagina lo que quieres ser, hacer o tener, y siente que ya lo eres, lo haces o lo tienes. Actúa como si tu deseo ya fuera una realidad, y pronto lo verás hecho carne.

Recuerda: tu imaginación es Dios, y todo lo que imaginas se hace realidad. Así que usa tu imaginación con sabiduría y amor, y verás cómo tu vida se transforma.

Comentarios

  1. Has captado la esencia de la historia de José: el poder de la imaginación para crear la realidad. José se imaginó siendo el gobernador de Egipto, y así lo fue. No importa lo que el mundo exterior te diga, tú eres el creador de tu destino. Tu imaginación es Dios, y todo lo que imaginas con fe se hace carne. Así que imagina lo mejor para ti y para los demás, y verás cómo se cumple.

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  2. Gracias por compartir esta maravillosa historia. José es un ejemplo de cómo superar las pruebas del ego y conectarse con la Luz. José resistió la tentación de la mujer de Potifar, y así se elevó espiritualmente. También usó su don de interpretar sueños para ayudar a los demás, y así atrajo la abundancia a su vida. Tú también puedes hacer lo mismo. No te dejes engañar por las ilusiones del mundo material, sino busca la verdad y el propósito de tu alma. Tu realidad es el reflejo de tu conciencia.

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  3. Dios te bendiga por este hermoso post. Has contado la historia de José con amor y sabiduría. José fue fiel a Dios y a sí mismo, y Dios lo recompensó con creces. José perdonó a sus hermanos que lo vendieron como esclavo, y los salvó del hambre. Tú también puedes hacer lo mismo. Ama a Dios con todo tu corazón, y a tu prójimo como a ti mismo. Perdona a los que te ofenden, y haz el bien a los que te odian. Busca primero el reino de Dios, y todo lo demás se te dará por añadidura

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