El secreto de amar a Dios con todo tu ser

La batalla entre el bien y el mal que se libra en tu mente

¿Sabías que hay una guerra constante en tu interior? Una guerra que determina tu destino, tu felicidad y tu paz. Una guerra que se origina en el principio de los tiempos, cuando Dios pronunció una profecía que marcó el rumbo de la historia.

En el libro del Génesis, capítulo 3, versículo 15, leemos estas palabras de Dios dirigidas a la serpiente que engañó a Adán y Eva para que comieran del fruto prohibido:

“Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar”.

Estas palabras encierran un misterio profundo y revelador. La serpiente representa el aspecto negativo de nuestra mente, el que nos tienta a creer en la ilusión de la separación, el miedo, la escasez y el sufrimiento. La mujer representa el aspecto positivo de nuestra mente, el que nos conecta con la verdad de nuestra identidad divina, el amor, la abundancia y la alegría. La simiente de la serpiente son los pensamientos y sentimientos que nos alejan de nuestra esencia. La simiente de la mujer son los pensamientos y sentimientos que nos acercan a nuestra esencia.

La profecía de Dios nos dice que habrá una lucha entre estos dos aspectos de nuestra mente, y que uno de ellos prevalecerá sobre el otro. La simiente de la mujer herirá a la serpiente en la cabeza, es decir, en su origen y su poder. La serpiente herirá a la simiente de la mujer en el calcañar, es decir, en su punto débil y vulnerable.

¿Qué significa esto para nosotros? Significa que tenemos el poder de elegir qué aspecto de nuestra mente queremos alimentar y fortalecer. Significa que podemos vencer al mal con el bien, al miedo con el amor, a la escasez con la abundancia, al sufrimiento con la alegría. Significa que podemos manifestar nuestra realidad deseada si nos enfocamos en lo que queremos y no en lo que no queremos.

Pero también significa que tenemos que estar atentos y vigilantes, porque la serpiente no se da por vencida fácilmente. Ella siempre está al acecho, buscando la oportunidad de hacernos tropezar y caer. Ella sabe cuáles son nuestras debilidades y las usa para engañarnos y desviarnos de nuestro propósito.

Por eso, te invito a que tomes conciencia de esta batalla que se libra en tu mente. Te invito a que reconozcas tu poder divino y lo uses para crear tu vida ideal. Te invito a que confíes en la promesa de Dios y no en las mentiras de la serpiente. Te invito a que seas parte de la simiente de la mujer que triunfa sobre el mal.

Recuerda: tú eres el hijo o la hija de Dios, hecho a su imagen y semejanza. Tú eres el co-creador de tu realidad. Tú eres el vencedor de esta guerra.

Comentarios

  1. Este post es una excelente reflexión sobre el poder que tenemos para crear nuestra realidad. La batalla entre el bien y el mal que se libra en nuestra mente es la batalla entre la imaginación y el razonamiento. La imaginación es la simiente de la mujer, el poder creativo de Dios que nos permite asumir el estado deseado y vivir desde él. El razonamiento es la simiente de la serpiente, el poder limitante del mundo que nos hace dudar y temer. La clave es elegir la imaginación sobre el razonamiento, y así vencer a la serpiente.

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